Se desarrolló esta mañana el seminario sobre Desigualdad Social, organizado por el Banco Ciudad, donde los panelistas invitados analizaron los datos e información respecto de la desigualdad social en nuestro país y a nivel mundial. Asimismo hubo un abordaje de la temática desde la Responsabilidad Social Empresaria y la inclusión financiera.
Durante el encuentro se puso de relieve el severo problema de la desigualdad económica que afecta a la sociedad contemporánea. La objetividad de los datos cuantitativos expuestos en el Foro Económico Mundial celebrado recientemente en Davos, Suiza, así lo marcan. Para Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam, organización constituida para combatir la pobreza en términos globales, hay en el mundo "una verdadera explosión de desigualdad que, de seguir así, habrá de frustrar los esfuerzos en la lucha contra la pobreza”.
La introducción del seminario, realizado en el Salón Manuel Belgrano de la Casa Matriz del Banco Ciudad, estuvo a cargo del presidente de la institución, el Dr. Javier Ortíz Batalla, quien destacó “la doble responsabilidad de los bancos públicos en ser sustentables y a la vez promotores de la inclusión social, y para ello es importante nuestro rol en profundizar la bancarización, la inclusión financiera y la llegada con herramientas crediticias a la base de la pirámide social. En ello, el Banco Ciudad es pionero y continúa avanzando en proyectos muy importantes como la instalación de sucursales en los barrios más postergados de Buenos Aires y con la profundización de nuestra banca social y de microfinanzas. A su vez, pensamos que es relevante generar estos espacios de discusión y análisis que sirven para aportar información, ideas y presentar propuestas que nos permitan igualar derechos y oportunidades en nuestro país.”
En este sentido, coincidió la Directora del banco Claudia Neira, al señalar que “en el Banco Ciudad estamos en el buen camino porque hay una voluntad de enfocarnos mucho en la base de la pirámide social y esperamos que esta jornada de trabajo nos ayude a reflexionar en que país estamos, en qué ciudad estamos y cuál es el diagnóstico, porque si no enfrentamos la realidad del lugar del que partimos, es muy difícil generar líneas de gestión y políticas adecuadas. A su vez queremos contarles lo que estamos haciendo desde el banco, nuestra experiencia”.
A su turno, Agustín Salvia* remarcó que “el sector financiero tiene un rol clave para resolver los problemas estructurales de pobreza y desigualdad del país, y dentro de ese sector, la banca publica es fundamental y debe ser inspiración para otras instituciones del sector. El problema estructural de pobreza debe ser resuelto con trabajo para los sectores más pobres, y no en subsidios”. En este sentido destacó que “de 2010 a 2015 aumentó el indicador que mide la autonomía de la gente en términos económicos. A pesar de los ciclos de bonanza en los últimos tiempos en Argentina, esto no ha cambiado. Existen barreras estructurales que sostienen e incrementan la exclusión social, más allá de ideologías políticas o gobiernos de turno”.
Salvia, interesado por las políticas de banca social implementadas hace varios años en el Banco Ciudad sostuvo que “es necesario repensar el modelo político/económico y político/institucional para dar cabida a las capacidades económicas y productivas de los segmentos más pobres de la ciudad. Por eso destacó el trabajo que viene realizando el Banco Ciudad con las líneas de crédito social. Estos espacios son vitales para crear una cultura política, y sobre todo poner en agenda la problemática de la pobreza estructural que afecta a nuestro país”.
Entre los datos sociales más alarmantes que expuso el Director de Investigaciones de la UCA, están que “el 47.7% de los hogares tienen al menos 1 derecho básico no resuelto. 26.4% de los hogares tiene 2 o mas. %15.7 de los hogares tiene 3 o mas”. “El 30% de los hogares Argentinos necesita una transferencia de dinero publico. Hemos tenido que ampliar las ayudas sociales para que la gente pueda cubrir sus necesidades básicas. De 2010 a 2015 ha aumentado de 23% a 30%”. “Solo el 43% de la gente ocupada tiene un empleo productivo. En Argentina el 51% se ocupa en el sector microinformal (establecimientos de hasta 5 trabajadores, cuentapropista o personal doméstico).”
Sobre la relación entre la educación y el empleo, Salvia dijo “déjenme ser crítico con el enfoque mágico del capital humano: “Eduquemos a los jóvenes que van a conseguir buenos empleos”, obviamente los chicos con secundario completo tiene mejores chances sobre los que no, 30% vs 18%, pero tenemos un 70% de jóvenes con secundario completo que no tienen inclusión laboral plena y que están buscando trabajo. Hay algo más que un problema educativo. Por ahí lo estamos pensando desde la oferta y lo tengamos que pensar desde la demanda. ¿Hay suficiente empleo bueno para estos jóvenes?, ¿se está creando empleo para estos jóvenes?, ¿o es un problema que nos está faltando la inversión para los buenos empleos?”.
El sociólogo concluyó que “seguramente va a bajar algunos puntos la pobreza el año próximo, pero no se van a bajar los índices de pobreza estructural. Cambiará o no la capacidad de consumo, pero estos temas estructurales no van a cambiar. Un buen indicador de éxito del programa económico sería que el sector informal reduzca su brecha porque va mejorando su productividad, su ingreso, su capacidad para crear empleos de calidad”.
La responsable del programa de Microfinanzas del Banco Ciudad, Patricia García De Luca, destacó el conjunto de acciones que constituyen el programa de inclusión financiera del Banco Ciudad que incluye el emplazamiento en lugares precarios – aperturas de puestos de atención o sucursales en villas, talleres de educación financiera, microcréditos para las microempresas, microcréditos para el consumo y para mejoras de viviendas, financiamiento a microemprendedores. “Para nosotros es un éxito cuando el cliente se formaliza y pasa a ser cliente del banco. Además, cuando cumplen con sus préstamos, pagan 10 puntos menos de tasa. Nosotros no buscamos rentabilidad con este emprendimiento sino que, honrando la misión social del banco y su posibilidad de crecimiento, disponemos que nuestra oferta sea sustentable en el tiempo. Nuestros ejecutivos de crédito son agentes de desarrollo, así los llamamos”.
Para Hector A. Larocca** “estamos en una enorme emergencia y crisis del concepto de dignidad porque la pobreza desde nuestro punto de vista (de la Academia) es el resultado de la desigualdad. A veces los índices son de pobreza pero su antecedente tiene mucho que ver con procesos históricos de concentración de la riqueza, de su distribución y no de produccion, lo que ha transformado la sociedad argentina en una crisis de altísima gravedad. Hay un tablero de valores a revertir y el único que lo puede hacer es el fenómeno trabajo. El trabajo es dignidad. Se discutirá después la calidad del trabajo pero se crea la disciplina que se ha perdido”.
*Doctor en Ciencias Políticas y Sociales/ Director-Investigador de Proyectos en temas de trabajo, desarrollo humano, pobreza, desigualdad social, inserción social de los jóvenes, estrategias de los hogares y evaluación de políticas sociales. Director de Investigación del Programa Observatorio de la Deuda Social – Programa la Deuda Social Argentina. Universidad Católica Argentina.
**Contador Público, FCE UBA – Profesor Consulto de la UBA FCE – Docente en las disciplinas del conocimiento en Administración en grado y posgrado en Argentina y en el exterior. Consultor nacional e internacional (Unión Europea, BID, Banco Mundial) – Director del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresaria y Capital Social de la FCE UBA.
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