En el día de la fecha se realizó el Seminario “La Industria, el Agro y el Desarrollo Argentino” organizado por El Banco Ciudad y la Fundación Banco Ciudad, que tuvo lugar en el Hotel NH City & Tower, Salón Gaudí 4° Piso, Bolívar 120/ 160 CABA. El evento se desarrolló con el objetivo de formular una estrategia de desarrollo nacional que, a partir de la producción agrícola argentina - una de las dos más competitivas del mundo junto con la de EE.UU-, se una a la industria manufacturera para fijar la agenda de desarrollo que le permita a la Nación crecer sostenidamente en las condiciones de una globalización acelerada, que es la propia de este momento histórico.
El Seminario contó con la presencia de figuras altamente representativas del nuevo agro y la industria que expusieron junto con intelectuales, investigadores y personalidades políticas en este esfuerzo por establecer las líneas estratégicas fundamentales de la agenda de desarrollo de la Argentina del Siglo XXI.
La apertura del Seminario estuvo a cargo del Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y del Presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio. Fue el presidente del Banco Ciudad quien abrió la jornada y expresó que “debemos derribar los mitos sobre que no tenemos gente capacitada o que el campo y la industria no pueden complementarse; el mundo va a seguir siendo más una oportunidad que un problema para una Argentina que quiera animarse. Debemos definir nuestro rol con Brasil y con China, qué les queremos vender y en qué sectores queremos la inversión. Al campo más que ayudarlo hay que sacarle el pie de encima. Necesitamos una política industrial y para diseñar una política de desarrollo hay que recuperar al Estado. Necesitamos un Estado que funcione, que defina prioridades, que impulse la diversificación. Los líderes deben tener visión estratégica, capacidad de gestión y de formar equipos y una dosis de audacia, como Mauricio Macri”.
La apertura del seminario continuó a cargo del Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien remarcó que “el mundo nos sigue favoreciendo y eso nos obliga a pensar qué Argentina queremos tener y cómo queremos organizar nuestra sociedad a partir del 2015. Estamos ante una oportunidad histórica, en esta década aprendimos lo que no hay que hacer y viene una etapa en la que todo va a tener que basarse en el consenso, nadie tiene mayorías absolutas y todo va a tener que dialogarse, todos los sectores están sintiendo la necesidad de consensuar y debatir. Por eso quiero felicitar a las Cámaras empresariales que presentaron un documento que hace planteos institucionales y sociales centrales a la hora de resolver lo más importante que es el problema de la pobreza que tiene nuestro país.
Otra cosa que les quiero decir, continuó Macri, es que estoy recorriendo el país y todos coinciden en que es el momento de la Argentina, que llegó la hora de que los argentinos sean los protagonistas. Basta de chicanas y excusas, no queremos ser parte de una estadística. El crecimiento debe ser un cambio positivo en la vida de la gente, con mejor educación, mejor transporte, mejor salud; y no sólo un número.
Macri concluyó destacando que “el punto central donde las cosas no han cambiado y espero que ahora cambien es que se entienda la diferencia entre invertir y gastar, el gasto no genera futuro, lo que cambia la realidad es la inversión. Y los que gobernamos somos responsables de hacer foco en la inversión. El agro tiene mucho para dar, pensemos que se duplicará la demanda de alimentos; debemos lograr la soberanía energética y mejorar la industria del turismo y la logística de nuestro país. Con innovación y desarrollo tecnológico podremos agregar inteligencia a la producción, aumentar las oportunidades en las economías regionales y crear empleo en las provincias para equilibrar poblacionalmente la Argentina”.
Entre los disertantes estuvo el economista Ricardo Arriazu, que advirtió sobre la inflación y dijo que “el mundo acepta cada vez menos la inflación, es un cáncer que hay que matar. Cuando la demanda crece más de lo que es sustentable viene el ajuste inevitablemente”. Luego se refirió a la economía mundial: “La crisis del 2009 en el mundo fue la caída más importante del PBI mundial pero cayó sólo el 0,65 porque fue la crisis de los países desarrollados no de los emergentes. La capacidad productiva de EEUU no puede crecer más que al 2,6% por año porque su población no crece. Ahora con los descubrimientos masivos de shale oil y shale gas, la nueva reindustrialización va a subir a 2,8 % potencial. Europa no puede crecer a más del 2% y Japón no puede crecer a más del 1,5%. El factor es el envejecimiento, los viejos no ahorran, desahorran. Consumen menos. Por lo tanto los países desarrollados en conjunto van a crecer poco. China creció mucho porque crecía su población, ahorraba la mitad de su PBI e invertía la otra mitad en tecnología, pero ahora su población está empezando a caer. El exceso que tenía de mano de obra se acabó, sus salarios están creciendo mucho en dólares, entonces su tasa de crecimiento va a comenzar a caer aunque va a seguir siendo mucho más grande que la del resto del mundo.
El mayor crecimiento estará en el resto del mundo en 2030: Asia, África con una explosión poblacional y América, pero en América el envejecimiento ya está presente y además América no invierte.
Los emergentes en la última década crecieron al triple que los desarrollados por la apreciación de las monedas y la suba de los precios de las materias primas que tiene que ver con un error de política de EEUU en 2006. Los factores que hicieron que los países emergentes crezcan más siguen existiendo, la población va a crecer y la incorporación de tecnología será más grande”.
Arriazu hizo mención sobre las consecuencias del descubrimiento del yacimiento “Vaca muerta” para la Argentina, señaló que hoy no es rentable pero lo va a ser, y que en Argentina el dinero es factor de ascenso social y allí hay mucho dinero, con esto se cambia un sistema que está basado en la Pampa Húmeda a un sistema en el Desierto, de propiedad estatal y no privado, y de productividad cuando uno quiera y no estacional.
En uno de los paneles, el economista Julio Nogués señaló que “desde 2003, la arbitrariedad ha gobernado la aplicación de las políticas comerciales y es necesario ahora integrar nuevamente nuestra economía a los flujos de comercio internacionales, desmantelando los mecanismos de protección erigidos durante la última década. Sin embargo, para que esta reinserción se mantenga en el tiempo, es necesario asegurar que el sistema judicial tome conciencia de lo que está en juego y que el derecho constitucional a comerciar libremente sea respetado. Las reglas multilaterales y las leyes internas son útiles solo si un empresario/ciudadano perjudicado por una decisión arbitraria tiene recurso legal efectivo. En Argentina, a diferencia de otros Miembros de la OMC (Organización Mundial de Comercio), no lo tiene y si esta situación continua, el comercio internacional no se transformará en un motor de nuestro crecimiento”.
Por el sector industrial uno de los disertante fue Daniel Novegil, CEO de Ternium, y en su presentación alertó sobre que Latinoamérica enfrenta un proceso de desindustrialización con déficit record de la balanza comercial de productos metalmecánicos con China, con pérdida de empleos de alta calidad y con una tasa de inversión que no alcanza para sostener un alto crecimiento. Novegil sostuvo que el desafío pasa por estimular las inversiones con foco en aumentos de productividad.
Uno de los referentes del Agro fue Gustavo Grobocopatel, que pidió “volver a pensar las cosas y adquirir la capacidad de repensar permanentemente”. “Como sector empresarial, público y sociedad civil debemos detectar qué es lo que está pasando en estos tiempos. Argentina está discutiendo cosas que no son de nuestro tiempo, éste es el punto del debate público de hoy, nosotros vamos corriendo la pelota por detrás sin hacer la reflexión sobre cómo vamos a donde va la pelota, uno puede pensar que la bioeconomía es la base de una nueva revolución industrial verde, pero puede ser que sea el petróleo. Los emprendedores no son los mismos que vimos antes, trabajan en procesos colectivos, junto a un sector público que quiere confluir con esos empresarios. Lo tecnológico debemos abordarlo de modo sistémico, sino la tecnología puede crear nuevos problemas, el aumento de la brecha entre ricos y pobres es el directo resultado de una tecnología no bien aprovechada. El debate sobre si lo que estamos haciendo crea dignidad e inclusión es un buen punto, sino el proceso no tiene sustentabilidad. El tema de la creación bien público es un tema cuyo agente principal es el Estado, no podemos hablar de biotecnología si no hablamos de un Estado de este tiempo. Entonces negocios de este tiempo, empresarios de este tiempo y Estado de estos tiempos. Estado que ayude a crear multinacionales argentinas o regionales, que faciliten los flujos de intercambio de bienes, de conocimientos. Este tiempo debería traer la discusión sobre qué tipo de capitalismo vamos a querer para más adelante”, concluyó Grobocopatel.
Agenda del Seminario “La Industria, el Agro y el Desarrollo Argentino”
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